Machu Picchu y Galápagos son los dos lugares del mundo que encabezan la lista de pendientes de Martina Navratilova, la ex tenista que dominó el circuito mundial en la década de 1980. Navratilova fue la invitada especial en la Cumbre del Consejo Mundial de Viajes y Turismo en Cancún, y reflexionó acerca de la lucha por la igualdad de la mujer, los derechos LGBT, las causas ambientales que apoya, así como sobre los viajes.
“¿Cuáles son los lugares del mundo que más quisieras conocer?”, le preguntó Arnold Donald, el CEO de Carnival Cruise, a Martina Navratilova, en una entrevista en vivo que marcó el cierre de la Cumbre Mundial del WTTC.
Machu Picchu y Galápagos, dijo, sin dudar. Luego mencionó Alaska. “Quiero volver a África, donde ya he estado -seis meses en Kenia, he estado en Tanzania-, y realmente quisiera ver ballenas azules y pingüinos en la Antártida, hay muchos animales salvajes que quisiera ver en su hábitat”.
El tenis la llevó a recorrer prácticamente todo el mundo, aunque eso no quiere decir que conozca cada rincón del planeta. “He estado en Japón y en Australia 30 veces, pero no conozco realmente los países, sino solamente algunas ciudades”, dijo la nueve veces campeona de Wimbledon.
“Los tenistas somos nómades, viajamos todo el tiempo, así que ha sido muy raro todo este tiempo sin poder viajar, si bien ya no lo hago de la misma forma que cuando jugaba profesionalmente”, dijo. Se retiró a los 50 años, en 2006, tiene 64 ahora.
Una vez retirada, en su lista de pendientes siguen figurando dos de los destinos sudamericanos que más atracción generan en el mundo: la ciudadela inca de Machu Picchu, en los Andes peruanos, y el santuario natural de las Islas Galápagos, en el Pacífico ecuatoriano.
Causas y campañas
Hay “mucho daño que reparar” en cuanto al reconocimiento de los derechos para la colectividad LGBT y el estatus legal de las orientaciones sexuales en muchos lugares, donde la homosexualidad sigue siendo ilegal “y penada no solo con prisión sino con la muerte”, afirmó Navratilova.
“Creo que puedo ser una vocera por los más débiles y quienes no tienen voz, ya sean los niños, los animales o las personas perseguidas por sus orientaciones sexuales”, expresó.
“Siempre me gustó ayudar”, afirmó, “y lo hago de la forma que puedo”.
Navratilova relató que su campaña por la igualdad de ingresos para las mujeres en el circuito profesional de tenis fue una consecuencia natural de las concepciones que traía desde su origen.
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