El año pasado Brasil ha puesto en marcha políticas públicas orientadas a la recuperación de la actividad, con inversiones en infraestructura, reducción de impuestos y garantía de prácticas de bioseguridad con el debido reconocimiento de las autoridades.
El 2021 impuso grandes retos al turismo mundial, afectando a la economía del sector, y la creación de empleo y de nuevas empresas. Brasil ha puesto en marcha políticas públicas orientadas a la recuperación de la actividad, con inversiones en infraestructura, reducción de impuestos y garantía de prácticas de bioseguridad con el debido reconocimiento de las autoridades.
Argentina siempre ha sido históricamente la principal fuente de visitantes y la expectativa es que estos números se recuperen a medida que el mundo comience a controlar la pandemia.
En el inicio de este 2022, Brasil celebra la recuperación de la actividad turística a niveles casi idénticos a los que tenía hasta marzo de 2020, con un 85% de tráfico aéreo restablecido y un 80% de ocupación hotelera. Finalmente, los indicadores para 2022 permiten prever una sólida recuperación.
Hasta mediados de 2021, la prioridad del gobierno brasileño fue la recuperación, mantenimiento y fortalecimiento de su mercado interno. Dentro de sus fronteras creó un certificado nacional de turismo responsable, un sello de calidad que obtienen los establecimientos que cumplen con los protocolos de bioseguridad para que los visitantes tengan una estadía segura.
Además, invirtió US$1.000 millones en asistencia al turismo para obras, exenciones fiscales, subsidios al empleo, capacitación y créditos a tasas subsidiadas. Todo esto se hizo en paralelo a una campaña de vacunación que ya llega a 145 millones de personas en todo el país.
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