Tras su reapertura en julio, y a pesar de algunos indicadores irregulares, República Dominicana viene verificando un lento pero sostenido crecimiento mes tras mes, a medida que se empieza a recomponer su conectividad internacional, aún en el marco de las restricciones globales por la “segunda ola” y la nueva cepa del COVID-19.
De acuerdo a los datos del Banco Central de ese país, en diciembre arribaron 348.464 turistas no residentes (entre extranjeros y dominicanos que viven en el exterior), acumulando desde julio 1.011.224 visitantes.
El informe mensual de la entidad financiera pública dominicana asegura que es imprescindible para el país hacer un seguimiento pormenorizado de la evolución de la actividad, a la que considera como una “industria neurálgica”, sometida a los embates de “un contexto internacional adverso” como consecuencia de la pandemia.
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