Argentina.Aumento del Turismo Nacional Impulsado por Nuevos Destinos Patagónicos.

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Bariloche, Río Negro – Mayo de 2025 – En un contexto global donde los viajes internacionales aún presentan ciertas incertidumbres, Argentina está viviendo un florecimiento del turismo nacional, con la Patagonia como principal protagonista de este auge. Impulsados por una combinación de factores que incluyen la búsqueda de espacios abiertos y naturales, la revalorización de los paisajes propios y el desarrollo de nuevos destinos con propuestas innovadoras, los argentinos están redescubriendo la majestuosidad del sur, generando un impacto económico positivo en regiones que históricamente dependieron en gran medida del turismo extranjero.

Si bien la Patagonia siempre ha sido un imán para los viajeros, el último año ha marcado un punto de inflexión. Destinos tradicionalmente populares como Bariloche, San Martín de los Andes y El Calafate continúan atrayendo a un flujo constante de visitantes, pero la verdadera novedad radica en el surgimiento y consolidación de nuevas localidades y circuitos que ofrecen experiencias auténticas y menos masificadas. Desde la costa atlántica patagónica con sus colonias de pingüinos y avistaje de ballenas, hasta los senderos poco explorados de la cordillera y las estancias históricas reconvertidas en alojamientos con encanto, la diversidad de la Patagonia se revela en todo su esplendor.

Uno de los factores clave que ha impulsado este fenómeno es la inversión en infraestructura y servicios en estas nuevas regiones. Gobiernos provinciales y locales, en colaboración con emprendedores privados, han apostado por la mejora de caminos, la creación de senderos señalizados, la apertura de pequeños hoteles boutique y cabañas con identidad local, y la capacitación de guías y prestadores de servicios. Este esfuerzo por ofrecer una experiencia de calidad ha comenzado a dar sus frutos, atrayendo a un público nacional cada vez más exigente y ávido de nuevas aventuras.

Un ejemplo paradigmático de este auge es la provincia de Chubut, que ha sabido diversificar su oferta más allá de la tradicional Península Valdés. Localidades como Esquel, con su cercanía al Parque Nacional Los Alerces y la Trochita (el Viejo Expreso Patagónico), están experimentando un renovado interés. La Comarca Andina del Paralelo 42, con sus paisajes lacustres y montañas, y la costa atlántica con Puerto Madryn y Rawson, ofrecen alternativas para diferentes tipos de viajeros, desde los amantes del trekking y la pesca deportiva hasta aquellos que buscan el contacto con la fauna marina.

Santa Cruz no se queda atrás. Si bien El Calafate y el Parque Nacional Los Glaciares siguen siendo sus principales atractivos, destinos como El Chaltén, la capital nacional del trekking, han visto un aumento en la llegada de turistas nacionales que buscan desafiantes senderos y vistas imponentes del Cerro Fitz Roy y el Cerro Torre. Además, la provincia está promoviendo activamente la Ruta 40 sur, con sus paisajes esteparios y la conexión con localidades históricas y parques nacionales menos conocidos pero igualmente fascinantes.

Tierra del Fuego, con su capital Ushuaia como la ciudad más austral del mundo, continúa siendo un destino emblemático. Sin embargo, la provincia está trabajando en la promoción de experiencias que van más allá del Fin del Mundo, como el trekking en el Parque Nacional Tierra del Fuego, los paseos en catamarán por el Canal Beagle y el descubrimiento de la cultura de los pueblos originarios.

Este auge del turismo nacional en la Patagonia no solo se debe a la belleza de sus paisajes y la diversidad de sus actividades. También influyen factores económicos y sociales. La paridad cambiaria ha hecho que viajar dentro del país sea más atractivo para muchos argentinos, mientras que la búsqueda de destinos seguros y con protocolos sanitarios claros ha favorecido a las regiones con menor densidad de población y amplios espacios naturales.

Además, la revalorización de la identidad nacional y el deseo de conocer el propio territorio han jugado un papel importante. Muchos argentinos que quizás antes priorizaban viajes al exterior, han encontrado en la Patagonia un universo de experiencias sorprendentes y paisajes que no tienen nada que envidiar a otros destinos internacionales. Las campañas de promoción turística a nivel nacional, destacando la diversidad y la riqueza del sur, han contribuido a despertar este interés.

El impacto de este aumento del turismo nacional en la Patagonia es significativo para las economías locales. La ocupación hotelera ha experimentado un crecimiento notable, generando ingresos para establecimientos de diferentes categorías. El sector gastronómico también se ha visto beneficiado, con un aumento en la demanda de restaurantes, bares y productos regionales. Los prestadores de servicios turísticos, como guías, empresas de excursiones y alquiler de equipos, han encontrado nuevas oportunidades de negocio.

Sin embargo, este crecimiento también presenta desafíos. Es fundamental asegurar que el desarrollo turístico sea sostenible, protegiendo los frágiles ecosistemas patagónicos y respetando las culturas locales. La planificación a largo plazo es crucial para evitar la masificación de ciertos destinos y garantizar una experiencia de calidad tanto para los visitantes como para los residentes. La inversión en infraestructura básica, como rutas, servicios de comunicación y saneamiento, debe acompañar el crecimiento del sector.

Otro desafío importante es la estacionalidad del turismo en la Patagonia, concentrado principalmente en los meses de verano y, en menor medida, durante la temporada de nieve en invierno. Es necesario trabajar en la diversificación de la oferta y la promoción de actividades durante todo el año para lograr un flujo turístico más constante y sostenible.

A pesar de estos desafíos, el panorama para el turismo nacional en la Patagonia es alentador. El interés de los argentinos por explorar su propio país, sumado al desarrollo de nuevos destinos y la inversión en infraestructura y servicios, augura un futuro prometedor para la región. La Patagonia se consolida así como un destino de primer nivel para el turismo interno, ofreciendo experiencias inolvidables en un entorno natural de una belleza sobrecogedora. El sur argentino ha despertado y está listo para recibir a sus propios habitantes, ansiosos por descubrir los secretos y la magia de su tierra.

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